Extraño Inquilino
Nada llamaba la atención en aquel vecino: solo los ruidos. Se escuchaban golpes, y "algo" que se arrastraba casi todas las madrugadas.
Hace tan solo unos días nos hablamos en el ascensor. Pero nada cambió. Era muy mayor, y vivía solo.
Ya cansado y mal dormido, le dejé una nota por debajo de su puerta.
"Estimado vecino: ya no podemos dormir. Por favor evite los golpes y los ruidos de madrugada. Lo saluda, el vecino de abajo. Gracias"
Unos días después, encontré una nota debajo de mi puerta.
"Estimado vecino: hoy vine a limpiar el apartamento. Hace seis meses que está vacío. Mi padre, sufrió un infarto fulminante en su dormitorio y falleció. Saludos."
Dejé la nota sobre mi cama y clavé los ojos en el techo…pero ahora los golpes venían del piso de abajo.