Te quiero, como un canto prodigo enviado por una leyenda mágica.
Te quiero, como la lluvia mojando los recuerdos de un corazón que quiere gozar.
Te quiero, como la pureza de un capullo viajando por un rayo de luna.
Te quiero, como la forma de unos labios de besos perpetuos.
Te quiero, como la sangre que alimenta una pasión furiosa que quiere gritar
Te quiero más aun, te quiero sin palabras, solo dormida en mis pensamientos.
Te quiero como un desquiciado, y si te quedada alguna duda de mi locura por ti, estas palabras fueron escritas luego de haber perdido completamente la razón.
Yo miraba el horizonte, mientras tú, caminabas sobre una ola; totalmente vestida con una espuma blanca de mar.
El amor es tan loable que a veces resulta deprimente, pero tú le has dado un sentido volumétrico en el que ha conseguido alcanzar todo su esplendor.
Buen texto.
Un saludo.