"Adiós con el corazón que con el
alma no puedo..."
Y al decirte adiós el alma se queda
anclada en la bahía de todo lo transeúnte y el corazón vibra de sonora
conciencia. Y entre lo inconsciente del alma y el sentir concienciado y
palpitante del corazón, el marinero se aleja por el mar circundante de
su existencia...
"... al despedirme de ti de
sentimiento me muero..."
Y es que es un morir
lentamente (con las pausas del reloj de arena que existe en todo lo
viviente) sin saber en verdad dónde la despedida empieza y dónde acaba
el regreso de los sueños. El marinero sigue avanzando en su navegante
travesía entre las sondas del viento que hinchan las velas de su
barco...
"... tú serás el bien de mi vida, tú serás
el bien de mi alma..."
Seguimos con la vida andante,
navegando por medio de los océanos y situando brújulas de diapasón
somnoliento entre los puntos cardinales de estas rutas que se unen en el
concéntrico punto del encuentro, allí donde los sentires besan sus
esencias...
"... tú serás el pájaro pinto que alegre
canta por las mañanas".
Mañanas. Dulces mañanas.
Siempre hay un porqué para saber interpretar las despedidas de los
marineros. El marinero, esta vez, se marcha a las albas del descanso y
tú seguirás siendo siempre el pájaro canoro del despertar de las
mañanas.
Precioso, Diesel. Realmente precioso. Has desglosado el pensamiento de una canci?n, m?s bien tu pensamiento. Todo lo que nos puede decir la m?sica, las letras, el ritmo... apasionante.
Besos.