Él era fuego y, como tal, destellaba ansias y chisporroteaba por encontrar la fascinación que le calmase sus rutilancias ardientes. Jugaba a consumir voluntades de forma deslumbrante y, a la vez, volátil...
Ella era agua ondulante y circulosa que inundaba las zigzageantes proyecciones de los hombres ardientes, haciéndoles titubear ante lo apabullante de su chorreante y acuosa presencia...
Así que fue inevitable que él buscara la frescura de ella y ella buscara arder dentro de él. Y se hicieron llama y espuma al unísono...
Guaaaaaaaaaaaaaaaaauuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu!!!!
Llamarada de pasi?n!!! breve y bell?simo amigo Diesel,
Felicidades
Bezzzzotes