Mientras ellos se miraban a los ojos
las pálidas luces de la luna alumbraban
sus iris de color amor.
Los dedos unidos habían detenido
el incierto vuelo de las mariposas
y el movimiento ansioso de los ojos
resbalaba al centro de todos sus asombros.
Se escuchaba el mirar desde lo lejos
aún apagadas las frecuencias de sus ecos
y al natural entorno de las sombras
el acto universal era darse un beso.
Mientras ellos se miraban a los ojos
el amor crecía
en los largos minutos de la mirada
y, mientras la noche caía,
deslumbraba el iris de sus ojos
de color amor rotundo.
Alumine: gracias por tus palabras. la belleza de una mirada simepre es digna de ser versificada si esa mirada compone todo un ejercicio de amor. Un besote, linda.