Sólo soy un ser humano:
carne, huesos, sangre y corazón.
Al habla y a la escritura de mi mano
le añado siempre un poco de razón.
Esta es mi tarjeta de presentación
más allá de cualquier título vano.
Silencio por la noche, de día una canción
y un libro abierto como ventana de verano.
Todas las horas un caminar repleto
de aprenderes sencillos y de ideas
buscando la meta definida.
Y, soñando, poco a poco me completo
un puzzle amigo lleno de mareas
en este inmenso oleaje de la vida.