Esto que pasa y que se queda
es el aire que rompemos y nos lleva
al vuelo de los besos y el cariño;
esto que pasa es el momento
de sentirnos luz que va cayendo
en este buscar enigmas al instante.
Dejamos que la espuma de lo vivo
nos llene de paisajes la distancia
y al llegar al límite del sueño
nos liberamos con empuje humano
y somos sólo dos imágenes
en los brazos de la fiesta del otoño.
Vamos por el verde del silencio
como por una alfombra de colores plenos
entrando en los brazos de la aurora
para sentirnos unidos a las cosas
que nos entran por todos los sentidos.
Y en medio de la tierra entera
nos abandonamos al columpio de las horas
para ser un abrazo alborotado
en medio de la luz y del anhelo.
Acabo de dejarme extasiar por la belleza de un ?rbol de color granate a contraluz, que contrastaba con el marr?n de otro de hojas muertas de un marr?n de color beige claro.
Cu?nta calidez.
Es lo que me ha tra?do a la mente tu texto, Diesel.
Una visi?n magnifica, entra?able, conciliadora .