Puede que sea tarde para seguir,
Puede que ya nos hayamos rendido,
Puede que hayamos perdido el tren, el barco y hasta la fe.
Pero por desgracia la cabeza no, y es un consuelo.
Puedo hasta las ganas de vivir haber volatilizado
Que hasta los relojes me odien por matar las horas
Puede que llore y me torture por seguir huyendo de mi.
Puedo ser muchas cosas, pero casi nunca feliz.