He aprendido a vivir en el presente. Pensaba que sería imposible, eso de dejar las ilusiones futuras y no seguir llevando la mochila del pasado. Ahora estoy en un momento de presencia, donde no importa si los planes se cancelan, si me quedo en casa o si llueve fuera. No importa que alguien no pueda quedar o que surja un plan así de la nada, sin esperarlo.
Es una filosofía de vida, una forma de vivir la vida de la cual poca gente habla, porque pocas la enseñan. Es un no planificar tanto, o planificar sin esperar que todo se cumpla, es aceptar que lo único de lo que verdaderamente dispongo es del ahora, porque el pasado no volverá y el futuro aún no está.
Es un no esperar a que llegue el viernes para ser feliz, es estar contenta en el trabajo, en casa o en la playa, es vivir plenamente este momento, con mi errores y aciertos, con mi luz y mi sombra. Es mirarme y reconocerme, es quererme y no odiarme, es observarme imperfecta y real, es una mirada hacia dentro que me comprende y me acepta.
Cuando estás AQUÍ y AHORA y sueltas el ego todo es perfecto, porque no hay frustraciones, porque no hay nada con lo que comparar el presente, porque es incomparable. Es dejarse llevar porque no puedes renunciar ni enfrentarte a la realidad que tienes debido a que está pasando y si está ocurriendo así es porque así debe ser.
No luches contra la vida, únete a ella y fluye.
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ME ENCANTA. Tu mensaje y lo comparto. Así se pude vivir. Un abrazo.