Llena
Me siento llena, llena de amor, de magia, de paz, de plenitud, y no de la teoría, de corazón. Siento el corazón lleno, como si ya nada faltara, como si ya nada fuera tan importante como para sacarme de ese estado. De repente me doy cuenta, otra vez, que todo está en mí, que ni lo bueno ni lo malo de fuera me altera, que eso es una ilusión que mi mente ha querido creer para sentirse atrapada y hacerse la víctima.
Resulta que me equivoqué, estuve mucho tiempo creyendo que estaba en la razón, pensando que buscaba la unión mientras estaba en la separación, resulta que creí que unos eran mejores que otros, como si solo fuéramos el ego que califica "bien y mal". Y la teoría estaba, siempre ha estado, pero la práctica no, por eso escribo esto, porque ahora sí me di cuenta, pude ver claramente la perfección del universo, lo inevitable del momento y el agradecimiento que siento.
Entonces acaba la huída, el dolor, el sufrimiento, la necesidad... y queda el amor. Y no ese amor que conocen ustedes de "si no haces esto por mí entonces tal", siento ser yo quien lo diga pero eso no es amor, es algo que hemos inventado para hacer sentir a los demás responsables tanto de nuestra tristeza como de la supuesta felicidad. Y ahí hemos querido quedarnos engañados, porque no hay más ciego que el que no quiere ver, y mejor autoengañarnos que tomar las riendas de nuestra vida porque entonces "ay madre mía".
