No creo en la suerte, ni en la buena ni en la mala, porque todo pasa por algo. Sin embargo creo en el karma, o en el boomerang de la vida que todo lo devuelve. Quizás más tarde que temprano, pero llega un momento en el que se te devuelve el esfuerzo y también otro donde te da en la cara por no haber luchado un par de días por aquello que tanto querías. Así que ve a por todas en este momento y no esperes al mañana, que quizás mañana ya es demasiado tarde.
Es de cobardes quedarse a un milímetro de la meta y abandonar por pereza, por cansancio o por excusas similares. Esfuérzate, da todo de ti y cuando entonces sepas que solo te queda un último suspiro podrás estar tranquilo, porque entonces sabes que has dado lo mejor de ti. Pero mientras, antes de que llegue ese momento, no pienses que es imposible, que no puedes más, porque siempre podrás hacer un último intento.
