Me gustaría verte, escucharte, sentir tu tacto en mi cuerpo, me gustaría que nos reencontráramos pero no colabora el universo. Me gustaría insistir como siempre he hecho, pero algo me dice que me toca aprender a amar de lejos, en libertad, en ausencia al igual que en presencia. Me decreto feliz, por ti, porque sé que estás feliz, que tu te acuerdas de mí y yo de ti, y que nos vamos a sentir, aunque no compartamos tiempo juntos.
Decreto este amor en libertad, en recuerdos, en vibración. Nos libero de cumplir expectativas, ilusiones o perfección, libero a nuestro amor de dolor. Nos libero. A mí, a ti y a todo el universo.
Agradezco a la vida que me haya alejado de ti, para enseñarme que el amor de verdad se trata de soltar, no de retener. Así que te suelto, porque nunca te tuve, te suelto porque quiero verte volar, y a mí en paz. Decido amar de forma incondicional. A ti, a mi, y a todo el universo.