Aquí voy, a enredarme nuevamente
entre los dedos de tus pies, entre tus enredaderas.
¿Tinta seductora? ¿Fetichismo podiátrico? ¿Queso roquefort?
Échame tus raíces y trepa sobre mí. ¡Pero sin espinas!
¡Deslízate! ¡Tuércete! ¡Átame muy fuerte!
Que crezcan y florezcan esos tallos de rosas orgásmicas.
¡Y que no marchiten!
Y que reciban hoy y siempre mi rocío matinal
(conejil).
http://www.ricardodiazborregales.blogspot.com/
Eso, que los tallos orgásmicos han de estar bien regados desde el principio del día jejeje.
Me gusta cómo te enredas entre sus enredaderas para que te enrede...
Un saludo.