Vocesdelibertad
No puedo más que felicitarte, he tenido conversaciones respecto al punto medular de esta historia, amamos hasta la médula y se resultan haciendo cosas por complacer a la persona, pero en ese complacer a veces se logra hacer feliz a la persona y otras exige más, al punto que pueda que se desee salir y ser uno mismo, pero como bien lo dices resulta siendo una hermosa prisión que no debería convertirse en odio.
Don Alberto, estaré leyendo tus publicaciones.
Saludos cordiales,
11/06/10 10:06