En el viento de las sucias calles vagan las últimas notas del mas desesperado réquiem.
Las jóvenes petulas en su balcón crecen tristes con el agua de nostalgia por alguien.
La oscuridad confunde al sueño y este se pierde en la habitación, en las fotografías.
En las copas el carmín el fantasma de un beso, en las sabanas se ahogan las caricias.
100 noches.
Las mismas personas insignificantes, el mismo sol frío. Siempre lo mismo pero mas tarde.
Los platos a medio comer es la única decoración de una casa en la cual aun falta alguien.
La malaria del sueño, la fiebre del recuerdo. Estoy demente, lunático, lleno de ira.
Mis huracanes, mis mareas, mis temblores, mis rabietas las hice para ti, mi vida
1000 noches.
En el viento las ultimas notas del mas triste réquiem. Siempre lo mismo pero mas tarde.
Las jóvenes petulas crecen tristes en una casa en la cual aun falta alguien.
La oscuridad confunde al sueño y me ha vuelto demente, lunático, lleno de ira.
Mis huracanes, mis mareas, mis temblores, mis rabietas las hice para ti, mi vida
Así pasa otra noche.
Saludos:
somos sres tendentes a la confusión. La oscuridad y la noche conforman lo espacios naturales del "miedo". Existen tardes que parecen noq uerer entrar en la noche, o flores que anuncian el silente paso al nostalgico sueño. Tu texto, existencial y auténtico, es muy hermoso. Bien escrito y sobre sobre, todo comparto absolutamente tu profunda estructura.