Relámpagos danzando como dragones enfurecidos,
tormentos volando, colisionando siempre que te vas,
siempre en la quietud de la soledad, siempre destrozando la paz.
Estos violentos pensamientos, estos siniestros sueños
tan parecidos a la realidad;
cálmalos, cállalos, apágalos, mátalos
dime que nada es verdad.