Odio aquel sentimiento
ese de abrir los ojos
ver el sol del nuevo día
y saber que melancólico terminará
Un hombre idiota
que no pierde la fe
en algo que está perdido
y que sabe que ya está perdido
pero cree ciegamente
que su mala fortuna algún día cambie
aunque conozca a la perfección
como se mueve la amargura
hacia la tarde
un cuerpo divagando en su mente
esperando impaciente
un cambio en las noticias
verla de nuevo
y no poder expresar
lo que siente realmente
expresarlo hacia el horizonte
verse de nuevo
y no poder sentir
su supuesto amor hacia él
el sentimiento que nunca ha visto
de nuevo el hombre idiota
queriendo a un ser imposible
queriendo a un ser ingrato
queriendo sin él quererse
sacrificando todo
el amor noble del antaño
como agua pura en el grifo
inútilmente a las cañerías
triste el incomprendido
entiende que no puede cambiar
cómo la vida lo golpea
y que solo hay que aceptarlo
llega la noche
con el pronóstico acertado
regresó sin ella
donde hoy abrió los ojos