Amistad, dulce quimera, machihembrada
a mi ser, como Venus idealizada.
Amistad, buscada, perdida, soñada,
deseada, querida y nunca bien hallada.
Amor camuflado entre almas,
sin pasión y de ángel sus alas,
pero al fin y al cabo amistad enamorada.
No la busques entre sábanas,
no la llames de madrugada
cuando los amantes regalan estrellas
a sus amadas.
yo la tengo aquí, acurrucada,
esperando por ti,
de ti enamorada,
escondida entre los gestos
de la vida cotidiana,
tras una sonrisa,
en las lagrimas prendada.
Y si de mi la encuentras,
profunda y sosegada,
tibia como la sangre que fluye
y por el corazón pasa,
te abraza y te recoge
y te sientes como en casa,
entonces hazla tuya
cuidala con el alma,
bebe de su fuente,
manantial de la esperanza.
Apoyate en su bastón
cuando de la vida en la escalada
la pendiente sea tan fuerte
que no puedas afrontarla.
Y en la cumbre altiva,
cuando llegues a alcanzarla,
cógela de la mano,
y con ella comparte
el pulso de la vida
que por tus venas pasa,
y la alegria de saber
que en ese camino
hay alguien que en secreto
machiembrado ya a tu ser...
siempre te acompaña.
