Ni la belleza de las flores
ni el brillo de las estrellas,
te igualan en esplendores
madrecita bella.
Ni la miel de la colmena
ni el dulce de panela,
te igualan en dulzura
¡Oh, reina de la hermosura!
Y eres mi día
y eres mi cielo
y eres realidad
(no fantasía)
y eres mi consuelo
Ni todas las riquezas del universo,
ni las palabras del más lindo verso,
pueden pagar tu devoción
al hacer feliz mi corazón.