Postrados sobre un paredón
(con las manos empapadas en sudor),
a la par de un charraron;
le corte una flor.
Una flor amarilla,
de esas que pétalos tienen en cantidad,
de esas que se ocupan para hacer tonterías
me quiere, no me quiere, me quiere
¡Oh por Dios, que ingenuidad!
Pero quizá enamorarse de eso se trate,
de no importarte decir tonterías;
de sentarse todas las tardes bajo el amate
a escribirles poesías.
Elframoso:
Los efectos del amor son hermosos y felices los que lo padecen.
Me encanto.
Sergio.