Postrados sobre un paredón
(con las manos empapadas en sudor),
a la par de un charraron;
le corte una flor.
Una flor amarilla,
de esas que pétalos tienen en cantidad,
de esas que se ocupan para hacer tonterías
me quiere, no me quiere, me quiere
¡Oh por Dios, que ingenuidad!
Pero quizá enamorarse de eso se trate,
de no importarte decir tonterías;
de sentarse todas las tardes bajo el amate
a escribirles poesías.
Ay, ay... los efectos del amor que bonitos son, pero que
miedo dan ajaja, nunca se sabe como va a reaccionar uno
cuando se enamora. Bonito poema, besoss.
Qué linnnnda poesía!! de eso se trata el amor de no perderse ningún detalle, sentir las manos con sudor, el corazón a mil y hasta intentar apasiguarlo todo en el momento que tienes a la persona frente a ti.