─ hija,
de algo quiero hablarte;
cuando un desgraciado hombre
quiera llevarte
bajo el amate
que te pida la prueba de amor,
debes ser tajante
y decirle que no.
(Dos días después)
─ Julieta, por favor,
ándale, abre los pies;
dame la prueba de amor.
─ No estés molestando,
Fernado.
(mientras el abusado,
poco a poco la iba desnudando
y la termino fregando).
(Allá como al mes)
─ Mamita, estoy embrazada.
─ ¿Qué decís pasmada?
¡ya ves!
De que me sirvió tanta fregada,
tanto consejo,
si al final,
terminaste por salir baleada.
Cierto, no vasta con decir que no, tambien hay que demostrar
esa negacion con acciones, pero a la chica de tu poema le pudo
mas la tentacion. Me resusto muy gracioso. Besoss.
Eli:
Me encanto tu escrito, como dice mary ese NO hay que sustentarlo con nuestras acciones, tenemos que ser consecuentes con lo que decimos y hacerlo.
No es No, Sí es Sí.