Tomaré mi espada de oro
y mi escudo de plata.
Caminaré, navegaré, galoparé;
y defenderé este sentimiento que nos ata,
ya que he comprendido
que siempre te amaré.
En mis oscuras y frías noches de invierno,
cuando me congelaba la soledad y el temor;
estabas ahí para opacar mi infierno,
estabas ahí para brindarme tu amor.
En tus extensas horas de depresión,
cuando al parecer nada en el mudo te consolaba;
Estuve ahí para endulzar tu corazón,
Estuve ahí para demostrarte lo mucho que te amaba.
Tomaré mi espada de oro
y mi escudo de plata.
Caminaré, navegaré, galoparé;
y defenderé este sentimiento que nos ata,
ya que he comprendido
que siempre te amaré.