Inmerso en el diario dejavú de la monotonía, cruzas la calle aún vacía, oscura, el sol no se ha dignado en acariciar con sus cálidos rayos aquel punto del mundo. Sin más remedio que la absurda responsabilidad de llegar y dar tu mejor sonrisa, se mueven tus pies a la velocidad infame de una masa regordeta. La mañana fría te da su gélido beso en tus mejillas amoratadas, y lanzas un bostezo de vapor en represalia a ese gesto de cortesía.
Las piedrecillas oprobias se te clavan en las plantas, tus dedos congelados buscan saltear ese obstáculo; imposible si cargan a cuestas a un animal torpe, se conforman con sufrir la odisea de ese pequeño mar accidentado.
Las lámparas encendidas hieren trémulas la oscuridad aun nocturna. Una sombra, un mundo absurdo, la silueta despreocupada posa apacible a un lado del asfalto; esperando sin elección la carroza motorizada que indiferente lo transportará al limbo de pasiones y sueños.
¡Qué maldito frío! Vociferando al viento la imaginación lanza una maldición al ocurrente tiempo. Pero pronto estaré contigo vida mía. Rememora la cabeza esos tibios ojos que besan sublime tu alma enjuta, los cálidos labios que respiran ósculos esperan darte calma o agitar tu corazón furtivo.
Cuelgas los ojos en el cielo, rompe el alba en el horizonte, y tu mirada tonta juega ilusoria con los pájaros chillones que cruzan la bóveda azul. De forma abrupta, tu solaz instante pierde toda forma, un sonido estridente hace girar tu cabeza a la izquierda; Obscuridad total.
Escuchas llantos, no sabes de donde provienen. Restándole importancia sigues tu camino, cruzas la calle aún vacía, oscura, el sol no se ha dignado en acariciar con sus cálidos rayos aquel punto del mundo. Sin más remedio que la absurda responsabilidad de llegar y dar tu mejor sonrisa, se mueven tus pies a la velocidad infame de una masa regordeta. La mañana fría te da su gélido beso en tus mejillas, espectral, sigues de frente sin sentir el maldito congelamiento.
Las lámparas encendidas hieren trémulas la oscuridad aun nocturna. Una sombra, la silueta despreocupada posa apacible a un lado del asfalto; esperando la carroza motorizada que indiferente lo transportará al limbo de pasiones y sueños.
Pronto estaré contigo vida mía. Rememora la cabeza esos tibios ojos que besan sublime tu alma enjuta, los cálidos labios que respiran ósculos esperan darte calma o agitar tu corazón furtivo, esa sonrisa pícara que ilumina risueña tus días y tus noches.
Tu mirada tonta juega ilusoria con los pájaros chillones que cruzan la bóveda azul. De forma abrupta, tu solaz instante pierde toda forma, un sonido estridente hace girar tu cab
HOPE
Disculpen la tardanza. He aquí otro pequeño texto. Espero se entienda de que se trata.
Saludos desde LORE-RANCH