La hoja en blanco anuncia un día difícil, después de toda una vida dedicada a las letras simplemente me he quedado sin palabras. No sé si es por confusión o por haber llegado a una verdad que ya no puedo negar que he tomado la decisión de dejarlo todo.
Si hay un culpable en todo esto de seguro fuimos los dos, por no haber luchado verdaderamente por lo que queríamos, por habernos resignarnos a una vida vacía y estéril que de poco nos sirvió a fin de cuentas.
Pero no sientas pena por los años que dejamos ya que no se compararán con los años que pueden venir a partir de ahora. No te gastes intentando entender cosas innecesarias
vive como si Dios te hubiera dado una última oportunidad para ser feliz y olvídate de todo lo demás.
Fuiste un buen compañero a lo largo de estos largos años de amistad más que de cualquier otra cosa y es preciso emprender un viaje cada uno por su propia ruta.
Sé que me recordarás con una sonrisa algún día y que esta carta de despedida quedará en tu recuerdo como un juego de niños.
A partir de mí eres un hombre libre
libre para empezar la vida que siempre soñaste, la que en cierta forma yo te quité. Todas mis bendiciones para lo que dure tu vida y aunque no me veas sé que estaré allí.
Bonita carta de despedida, pero y esa libertad, tambien la compartiras?
Un abrazo
Antonio