TusTextos

Mío

Cuando el destierro de mi alma se hizo efectivo supe que tendría mucho tiempo hasta poder encontrarte, nací sin saber bien qué hacer y por qué todas esas personas no me dejaban en paz…
Me dormía de cansancio después de refrescar las imágenes en mi memoria, tu rostro, el perfume de tu piel y el color de tu voz hasta que un día todo se me olvidó…
Me enseñaron a ser educada y a sonreír a las personas pero yo no estaba ahí, sino llorando un recuerdo que ya no podía volver.
Por las noches me escapaba hasta el patio de mi casa a mirar la noche y sentía mi corazón galopar, apretándome, incitándome… sabiendo que allá afuera me esperaba algo que era mío, solo mío pero me paralizaba de miedo y tenía que volver a intentar dormir para no sentirte otra vez, para no escuchar tu voz ni oler tu perfume.
Un día lo entendí, ya de grande me temo, que vos siempre estuviste ahí pero no me buscaste… no hasta después de darnos cuenta de que ya era tarde, de que nada era mío ya y a su vez jamás habíamos sido tan nuestros porque en la clandestinidad de escaparnos del mundo todo dejaba de existir. La adrenalina lo embriagaba todo y empujaba como una droga a seguir consumiendo, porque esta piel siempre fue tuya y tu alma siempre fue mía… solo mía…
Emme16 de julio de 2013

2 Comentarios

  • Gonzalodaz

    Me gustó mucho, hace largos años que no frecuentaba este sitio (cerca de 6). He decido volver a los inicios, y siempre ayuda leer buenos relatos, saludos.

    20/11/16 07:11

  • Polaris

    Gran texto, de indudable calidad.


    Pol.

    20/11/16 08:11

Más de Emme

Chat