La gente camina por la calle y los ignora como seres humanos.
La inmunda despersonalización de la gran ciudad los abruma, los engulle, y los escupe como desperdicios de una pesadilla que no tiene despertar.
Allá a lo lejos veo a quienes creen que pueden cambiarlo todo, sin saber que morirán antes de hacerlo. Planean eso y más cosas, pero fracasarán.
La vida es intento y jamás concreción.
Los que no tienen nada material ni espiritual se multiplican y pronto todos estaremos en su situación.
Me hace pensar en la despersonalizaci?n en la que caemos al pertenecer a una tribu urbana o al autoetiquetarnos.