TusTextos

Bienvenida Seas Como Siempre

Hoy has vuelto a mi corazón vieja amiga, hoy has aparecido por la puerta bajo tu paraguas de desilusión y me has mirado con esos ojos que ya había creído olvidar.

Te he dejado hospedarte en la habitación que siempre tengo reservada para ti, la que está junto a mi suite principal, pero ten cuidado porque si esta estancia empieza a arder demasiado convertirá en cenizas mi mejor habitación y me llevarás a la ruina emocional.

Pasa y cierra la puerta, no tengas miedo ya debes estar acostumbrada a la angustia y a la sensación de ahogo que inspira este lugar, recuerda las tantas veces que has estado aquí contemplando el panorama desde tu butaca con una copa de vino en mano y tu mejor puro en la otra.

Hoy tienes un invitado nuevo como cada anochecer y esta vez te llevarás una sorpresa con quien te he traído desde mi suite, nunca lo hubieras creído, ni siquiera se te había pasado por la mente tal idea porque ni yo misma era capaz de imaginarme tal situación, pero la vida nos sorprende siempre para bien o para mal y hoy compartirás cama con tu peor pesadilla.

¡No toques eso! Es mi cajón donde guardo todo el amor que por ahora ha quedado confiscado bajo llave hasta nuevo aviso, que abra o cierre el cajón sólo depende de ti y de tu toalla de playa. ¿Qué estás tarareando? ¡Ah sí! Es aquel estribillo de aquella vieja canción que un día nos unió a los dos.

Esta noche voy a seguir leyendo nuestra historia para ver donde acabamos e iré anotando pensamientos que corran por mis venas en el margen del papel gastado por las lágrimas. Esta noche bailaré un vals en honor a la felicidad que nos unía y que ahora está ahogando sus penas en una copa de whisky del barato.

Creo que se está haciendo tarde y tú tienes una cama de clavos donde ir a dormir, yo te esperaré sentada en el balcón contemplando mi futura caída si nunca vuelves a llamar a mi puerta, ten unas fresas para comerlas por el camino, esta noche lloverá en París pero en alguna otra parte brillará el sol calentando algún corazón ajeno.

Vete ya que no quiero saber más de ti, tu solo recuerdo me fulmina y tu acompañante es el diablo. Nos vemos mañana como en todos los amaneceres desde que has vuelto a tu usual habitación, nos vemos mañana para poder fingir charlar mientras tú te comes un croissant y yo devoro un periódico tradicional.

No te despidas de mí, no hace falta, no te diré buenas noches Decepción, sólo te diré que aquí espero que te vuelvas a ir como cada jueves y que vuelvas a aparecer como cada martes; cierra la puerta al salir.
Emrys29 de enero de 2011

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