Y todavía no ha llegado el buen tipo que me dice, que te as marchado, que te has callado y tu corazón ya no me maldice. Y vuelvo. Y vuelvo a ser poeta, de las noches que inventaba frases y te besaba títere de ser tu marioneta. Ya no consigo ser dueño de tu sueño y de esa cama que hacia de ti una noche loca y tierna, y ala vez tan secreta.
Por eso callo, callo al pétalo que se queja de su tallo, de no ser rosa de un campo, protagonista de su mundo, donde ayer se le adoraba tanto.
Y pienso, pienso en ese beso tan intenso pero ya no lloro. Ahora por dos duros me riegas como a una maceta del despierto y de cuando en cuando, si tu amor te falla me buscas y me bajas la bragueta.
Y me pierdo de nuevo en el silencio que digo por no ser tu dueño, de esa rienda que te ataba de forma tan perfecta. Y vuelvo a ser poeta.
Y ahora que corro no es por miedo. Entierro el tesoro que de ti me queda, que es de plata, brilla como el oro y me abraza como si fuera hojalata. Es el secreto de mi silencio, parezco fuerte, soy poeta.
Y tu corazón suena despacito, si lo confundo con las agujas del reloj porque solo a veces te tengo cerca, me haces daño, y ya he perdido otro trocito. Y vuelta a las andadas. Vuelo alto, me llamas, bajo y me llevo dos patadas. Quiero ser un trocito de cemento en el mar. Que no vuelvas a tocarme, que venga la felicidad y que ya no pierda nada más.
Es mucho el tiempo perdido, por no mirar al calendario, di sin prisa vueltas a tu mundo de azúcar y se me quedo de tu beso un sabor agrio. El es secreto de mi silencio, que me ata y me desata, que me hace cobarde y me convierte en poeta. Me convierte en poeta.
Hermosa metamorfosis sin ataduras. Saludos...