Te llame
pero no estabas esperando.
Insistí, mas creo
saber que estabas durmiendo.
No culpable de buscar tus sueños
o acabar tus cansancios
supuse que yacías en tu cama
con ropa.
Imaginé tu teléfono sonando mudo
si no es mucho suponer.
Y tu silencio resonando fuerte
y a mí sujetando el libro de poesía en la mano
que hacia bulto por tu ausencia.
Descaro mi amor al entregarse así.
Al saltar sin miedo de mi corazón a ti
sin miedo a encontrarte
a no encontrarte por estar durmiendo.
Quise entonces pues
decirte que te quiero.
Por sinceridad o por amor
me quedé en el intento de aclamarte
mas grande de cerca
sin quererte de lejos.
Amor que a menudo crece en
la distancia nuestra
sin yo saberlo a veces.
Con los brazos vacíos de no
poder quererte
y las ganas ardientes de no poder hacerte
se vuelven tu condición y la mía
una única condición cuando sé
que tú en la cama
y yo escribiéndote
yo en mi guerra tu en tu bando
estamos con poco de otros
sin falta de nadie soñando.
Como siempre, magistral con las palabras