Sólo una línea, tal vez, menos o más.
Los tiempos han sido intensos, el estómago duele tanta vuelta en un sinuoso camino que conduce hacia el gris degradado de la incertidumbre.
Tiempos inmortales, momentos inmortales, paraísos gloriosos que terminan en el recuerdo tras el acabóse del breve tiempo finito.
Quisiera perderme en ellos, quisiera romper con las metáforas, quisiera que cada momento en que lo pienso dejara de tener esa desoladora sensación de agónica letanía.
Y quisiera, sobre todo, que la Fortuna no bifurque los caminos antes del fin de los tiempos.
Pues cuando los aciagos días de mi último invierno se presenten ante los cansados ojos, quisiera despedir esta dimensión en esos brazos dónde, por única vez, me sentí realmente en casa. Dónde sólo quise cerrar mis ojos y dormir hasta que los dioses despertaran...
...O tal vez sólo hasta un tilín de Dragón.
Buenas noches, muchas gracias