Y hablar de ti es dar vueltas alrededor de un árbol sin saber que se busca.
Porque estás presente en el antes y el después de lo que pienso, digo y hasta callo.
Y en un bravío mar de palabras, mi pensamiento navega sobre la plácida calma de tu mutismo.
Tras mis labios, han quedado guardados anhelos que murieron en su intento por salir.
Con un gesto de negación dibujo mi resignación, que sonríe con una mirada perdida en la distancia.
Después de todo
por algo te llaman silencio