Un día uno abre los ojos y las ilusiones ya no están, las han matado a todas, sin el mínimo atisbo de piedad, uno casi ni se da cuenta cuando las perdió de vista, cuando se las dejo arrebatar, es increíble, uno que las cuida tanto. Mira que uno vive pensando en ellas, ¿será por eso, che? Será que uno vive pensando en la ilusiones y no se ocupa de las realidades, las realidades son muy celosas y cuando uno vive para las ilusiones, generalmente las realidades se vuelven malas y mientras uno piensa la manera de alimentar alguna ilusión, la realidad se convirtió en ese bicho maligno de manos ásperas y corazón oscuro, que se ocupa de asesinar a las ilusiones si mas que acercándosele por la espalda y ordenándole al oído que se muera, y como las ilusiones son tan frágiles, se mueren sin discutir, suspiran su ultimo aliento y de un golpe caen al piso, acto seguido la realidad toma su lugar, acomodándose para se lo mas incomoda posible para el ilusionado, que a estas alturas tiene un agujero en el pecho y una nueva amiga llamada tristeza.

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