TusTextos

De Cocinas, Muertes Raras y Rituales.

Las paredes de este pasillo están amarillas de la suciedad. Siento un olor a carne cocinándose, gritos que se van callando de a poco. Me mareo, busco apoyarme en esas paredes, pero resbalo y caigo. Juan caminaba por ahí, sus ojos marrones de a poco se vuelven a blancos. No me ve, no me escucha. Comienzo a desesperarme, pero no puedo gritar, ni correr. La mano vino desde atrás, un pañuelo en mi nariz me duerme.
Me despierta un canto raro, distorsionado. Abro los ojos y hay gente con máscaras de animales bailando a mí alrededor, se van acercando cada vez más, me arrojan cosas, siento un gusto salado en mi cara. Ahora están a centímetros mío, uno me toma del brazo, otro de las piernas, y otra del otro brazo. Mientras cantaban me llevaban a una olla gigante. No puedo gritar, no puedo moverme, y el calor de esa olla me quema la piel.
Ahora estoy adentro, y los personajes que bailaban se van borrando con el negro de la tapa.
Ezer24 de marzo de 2011

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