Dejó de mirar perdidamente, esperando que el tiempo pase, y tomó el mate, ya frío. Se levantó, saludó a su mamá y caminó hasta la parada del colectivo, como siempre. Miró al cielo, parecía que iba a llover y pensó: "Decí que me traje el buzo...". Esperó parado el colectivo que no llegaba, al fin vino, con pocos pasajeros. Sacó el boleto y se sentó. Escuchaba música, otra vez con la mirada perdida, pensaba en ella, como siempre. Cuando aterrizó de su mundo se dió cuenta de que el colectivo estaba un poco más lleno y más cerca de la escuela. Miraba a la gente que se empujaba para ganar un aciento. Llegó y caminó con las manos en los bolcillos hasta la entrada, la vió, se sonrieron, como siempre. La abrazó e inventó otro beso. Ella se movía, pero el no desprendía las manos de su cintura, le gustaba mucho estar así. Apoyó la cabeza en su hombro, cerró los ojos y la escuchó hablar. El olor de la panadería de enfrente se mezclaba con el de su perfume.
El timbre sonó y fueron a formar. No querían ir con sus compañeros, entonces se quedaron ahí, en medio de todos, eran ellos dos apartados de cientos de chicos, los dos tan diferentes a los demás, tan excéntricos. Ese día cumplían tres meses. Cuando llegaron a su piso, se abrazaron denuevo y le dió su regalo, como ella a él. Se despidieron prometiéndose encontrarse en el recreo, como siempre. En clase, tenía denuevo la mirada perdida, no le interesaban las matemáticas, ni lo que pasó en el programa de ayer, tampoco que su compañero de banco le contara toda la historia de alguna cosa que le había pasado, verdad o no, no le interesaba, sólo ella.
- Moreno? terminaste el ejercicio?. -Le dijo la profesora-
- Qué?. -Le contestó-
- Aterrizá de una vez, querido.
- Ya lo terminé. -Mintió-
- No me interesa, tenés un uno. -Le dijo anotandolo en su cuaderno-
- Pero... profesora. -Dijo, pero se dió cuenta de que era en vano- Y el timbre del recreo sonó, el tiempo había pasado bastante rápido. Caminó a su curso, pero se encontraron en el medio del camino y se abrazaron.
- Te gustó la carta? -Le dijo-
- Me encantó. - Le contestó ella, sonriendo- Se escuchó un te amo, otro abrazo, otro beso, se agarraron de la mano y fueron a caminar. Cuando bajaron al primer piso, empezó a llover.
Denuevo a clases, esta vez a historia. Le interesaba la historia, pero ella nunca salía de su cabeza. Esta vez le prestó atención a su compañero, intercambiando palabras y risas. Otra vez el timbre del recreo. Denuevo los abrazos, los besos, los te amo, los yo mas, denuevo separarse del resto. Denuevo el timbre, la última hora de clases. Matemática denuevo, se puso a dibujar en la mesa, pensando en ella, como siempre.
El timbre de salida tocó rápido, acomodó su mochila, saludó a algunos compañeros y se fue. Se abrazaron denuevo y se tomaron de la mano para irse caminando. No llovía más, pero soplaba un viento helado. Ella estaba desabrigada. La abrazó ofreciendole su buzo y aceptó. El auto derrapó en la esquina, se salió de lugar y terminó atropellandolos en la vereda. No existían más, claro, pero estaban juntos.
Er.
