¿Cuántas veces te has sentado solo, sola, en algún rincón de tu hogar recordando todos los momentos tristes de tu vida?
A mi? Mi hogar no me ha bastado...
He tenido esos momentos de melancolía, tristeza, soledad, cobardía; en muchos lugares conocidos y desconocidos, sola y acompañada.
Olvidalo. No!, eso no.
Eso no bastará para hacerte sentir mejor.
¿Que esperas?
El tren de la vida, hace paradas en muchos momentos de tu vida, pero jamás te ha olvidado en alguna de ellas.
Has seguido avanzando sin darte cuenta y ese tren en dónde viajas, no irá a ningún lugar sin tí.
Supérate!!! Corre, ve y alcanza la parada que ha estado esperando por ti.
Suelta lo que te detiene, sueltalo.
Quieres llorar? Llora!
Quieres gritar? Grita!
Quieres un abrazo? Espero mis abrazos te alcancen.
No olvides, recuerda y detente un segundo, ah! pero he dicho solo uno. Después es momento de moverse de nuevo, no queremos que el tren tenga retrasos imprevistos y llegué tarde al lugar donde te diriges.
Porque ya lo sabes no? El tren siempre necesita de su conductor.
Una buena filosofía sin duda. Un saludo cordial.