Hoy tus libros han callado
quizás porque nunca hablaron.
Leer de veras, jamás, es repetir palabras.
Te confieso una perogrullada
que muy pocos comprenden:
Jorge Luis Borges, amigo mío,
era simplemente un ser humano.
Fueron sus lectores, como él lo sugería,
quienes en realidad, lo crearon.
Y no me vengas con que lo hacía mejor.
Estampaba una palabra, después de otra,
y confiaba en que tus ojos volaran.
Hoy tus libros han callado
mañana
¡escribirás uno que hable!