No soy un loco. No tengo ese honor. Simplemente me duele, de vez en cuando, que haya tanta cordura y tan poca imaginación. ¿Saben que pasa? Ser el mismo todos los días, todos los días ser el mismo, cansa, del derecho y del revés. Es el juego perverso al que nos invita
el sentido común, la sociedad organizada y los prejuicios de siempre.
Tengo ganas de ser loco, así nomás, sin honor.
Sueño que su Santidad el Papa, decide salir del closet, y convocado el periodismo mundial, declara simplemente, soy homosexual. Y
por qué no? decide ir a vivir a Buenos Aires para formar pareja y casarse ante el Registro Civil, como la ley manda.-
Imagino al Presidente de Estados Unidos, decir sin doble discurso: Me he equivocado, sepan perdonarme, mi gobierno hasta ahora ha sido mediocre y lamentablemente, he seguido siendo, como mis antecesores, dictador de un Estado Terroristas. Por favor, les pido paciencia, voy a cambiar.-
Presiento, sin temor a equivocarme, que los cinco millonarios más ricos del mundo, deciden donar la mitad de todos sus bienes, para calmar el hambre de África.-
Y entre tanta locura, que siento sublime y divina, también creo firmemente, que algún ser humano lúcido y sin mentir, me diga claramente
después de leer este artículo, con todo el corazón
¡sos un buen escritor!
Fabio:
Entre la cordura y la locura hay solo una línea delgada de división. En estos tiempos creo que todos somos locos y cuerdos a la vez. Nuestra condición ya no se puede diferenciar. Pero hay que recordar que que hay una cara negativa de la locura y es la que más resalta en todos los casos.
El papa no sería loco si decide salir del closet sería honesto consigo mismo, el presidente sería sincero y los millonarios humanitarios.
Y tú no eres un loco eres UN BUEN ESCRITOR.
Serge.