Norah
Hubiéramos tenido un hijo con la cabeza de Stephen Hawkins el corazón de Luther King y la piel de ella., me ha gustado en verdad, ese imposible de nombrar y seguir siempre entre el olvido y el recuerdo.Saludos
08/12/10 02:12
Fabio
Gracias Norah... me alegra tu lectura. Salud!
09/12/10 12:12