Enamorado de una sola flor
olvidé el color de las primaveras.
Seguirte me costó el corazón
unos amigos, y la billetera.
Es cierto que tu piel tiene el sabor
que uno no encuentra en otra cualquiera.
Pero obligado estoy por la razón
a buscar una mejor compañera
¡Cásate, te lo pido por favor!
con el dueño de una financiera.