Me apasionan los poemas inciertos
que intento para no ser más el mismo
y disfruto de excelentes momentos
cuando me entrego todo a lo que escribo.
Ahora este sonetito nuevo
me rescata de oscuros abismos
si redactarlo me cuesta un huevo
bien vale trabajar por un amigo.
Me convierto uno con cada sílaba
y me redimo de antiguos dolores
mientras voy lográndola, la rimada.
Mi ser se puebla de bellos colores
y vuelvo a ver a la niña que amaba
en el paraíso de los amores.