Voy a callar el escándalo de su nombre.
Aunque sea maravilloso y verdadero.
Hoy voy a negarlo.
Es cierto que en su nombre
se hicieron mucho daño los hombres.
Y no quiero recordar
porque me desarmaría en lágrimas
las valientes mujeres quemadas
por brujas y no se cuánto.
Voy a callar el escándalo de su nombre.
Porque falsificado atravesó la historia como un fantasma malo.
Y sin embargo, en su nombre fuimos hechos para la felicidad
y por su falso nombre, somos condenados.
No voy a callarme nada. ¡Que se vayan a la mierda!
Me refiero al nombre de Dios, acaso innombrable.
Y
¡que se vayan a la mierda! no mis hermanos
sino mis temores.