Te busqué cada noche
en brazos extraños, en
pupilas ajenas y en
atardeceres amargos.
Te busqué en un rincón
olvidado, donde el aire
se gira y el día se hace
todavía más largo.
Te busqué en...
Llegas;
Con el andar suelto.
Sonries;
Con el mirar sereno.
Te atreves;
Sin necesitar escudo.
Penetras...
Sin rozar el orgullo.
Eres...
Un encanto absoluto.