Los hielos se entregan
como pueden
al whisky
que lo devora todo
incluso a mi mismo.
El silencio
de un atardecer mas
sobre mis espaldas
y un mundo que se aleja
sin descanzo
eternamente.
Y entonces
sin quererlo
ni esperarlo
la imagen
se cruza en el aire
como un relampago
y cierro los ojos
y el tiempo desaparece
y entonces
descubro que
cada tanto
aun hoy,
aun sin saberlo,
aun tus labios,
aun tu piel,
aun tus lunares.
me duelen.
Sincera tú declaración entre los vahos etílicos jejeje, invítala a compartir, se vé que la quieres, insiste como recomienda la amiga Norah. Saludos amigo.