Dos pájaros
sobrevuelan
un cielo
naranja
oscuro
y son
las seis
y media
de la tarde.
Un sol joven
que muere
temprano
en manos
del frio
y la noche
y las bocinas
y los motores
quema sus
últimos
gritos.
Dos adolescentes
sentados
en un parque
desafían
al invierno
y exitados
se prometen
lo imposible
y se besan
engañados.
Miles
de desconocidos
con maletines
y corbatas
se chocan
y empujan
y caminan
y se odian
con y sin
apuro.
Cientos
y cientos
de cables negros
cruzan
de lado a lado
las calles
ocultando
la derrota del astro.
Y un perro
escapa
asustado
de las ruedas
de un auto negro
mientras
un niño llora
en los brazos
de su madre.
Y llego a casa
y llega la ducha
y llega el sofá
y llega la cerveza
y mas tarde llegará ella
y luego se irá
y llegará la música
y escribiré un poema
y entonces el mundo
será un lugar mejor.
Y cuando todo empieza a ponerse bien, llega la hora de dormir y descansar para poder volver a reiniciar otra jornada de angustias y avatares.
Es un poema dulce y aterciopelado como el invierno mismo.
*
Y por cierto: ?No era ahora primavera en argentina?
Las cerezas de Argentina, me llegan a mi por Navidad.
Es tiempo de cerezas en ese lado del mundo.
Un beso.