La magia moría
en cada rincón de la ciudad
mientras todos soñaban
con amores imposibles
mientras yo estaba allí
viéndolo todo
abrazando los restos
de un sueño que se iba.
El viento sopló
y las hojas del Tilo del patio
se sacudieron
y entonces
llegó el silencio
y todo terminó.
Ni el amor de todos los santos
ni las velas ni las poesías
lograron salvar
al último de los besos
de la oscuridad
cuando el cielo tronó
y las estrellas cerraron los ojos
por primera vez.
Una bandada de pájaros negros
cruzando el firmamento
de este a oeste
y un niño llorando
con la nariz pegada al vidrio
de su ventana
es todo lo que recuerdo.
Una bandada
de p?jaros
negros
cruzando
el firmamento
de este a oeste
y un ni?o
llorando
con la nariz
pegada
al vidrio
de su ventana
es todo
lo que recuerdo.
Hermosa visi?n. Qu? m?s se puede pedir al fin del mundo.