Entonces, un dia que la muchacha estaba bebiendo te, un pequeño planeta del color del albaricoque apareció en el horizonte.
Alli vivía un ser igual que su pequeño compañero, Solo que de color albaricoque.
La muchacha dijo emocionada:
-¡Ustedes dos son iguales! Los dos Son Destellos!
Pero ellos se quedaron callados y parecían algo nerviosos.
Los dos pequeños se observaban interminablemente sin acercarse ni alejarse, parecía que hablaran entre si, pero la muchacha no entendió bien de lo que hablaban. Y Destello dijo:
-¡Es mi mama!
Al momento, el Destello de color albaricoque respondió como un eco:
-¡Mi mama! ¡Mi mama!
Los dos Destellos bailaban frenéticamente alrededor de la muchacha y ninguno de ellos se detenia.
La muchacha estaba tan encantada con esta adorable escena que comenzó a reírse.
Y en ese momento ocurrió algo muy extraño
De repente, mas Destellos empezaron a saltar del planeta albaricoque, Eran Destellos azules, amarillos, y de todos los colores, Pero todos ellos gritaban lo mismo:
-¡Mi mama! ¡Mi mama!
Al ver los Destellos gritando, la muchacha reia mas y mas.
-¡¿Qué voy a hacer con todos estos niños?!
Los Destellos la miraban, confusos, mientras ella reia aun mas.
-Bueno, supongo que comenzare poniendo a cada uno de ustedes un nombre.
La muchacha decidió que, al dia siguiente, se mudaría a vivir con todos los Destellos en la nueva casa.
