Vi mi calma reflejada en tu palabra
la que guían mis ojos al mar verde.
Vi mi calma en el refusilo de la noche blanca
has dejado atrás mi mayor mentira nunca dicha.
Vi mi calma cuando entraste por mi puerta
para nunca irte.
Vi mi calma confundida a tus pies casi sin mirarte.
Vi mi calma sometida en tus manos
no la dejes ir nunca...
Bendita calma la tuya.
No, nunca la dejar? ir.
Ni tu calma, ni la paz que me produce.
Un abrazo.