Las estaciones traen recuerdos
flores, hojas, lluvia, todo aquello
que me retrata de emociones
internas y externas.
Busco mezclarme con la mirada
entre los pasos sordos de los peatones
entre colectivos humeantes
de pasajeros extraños
que vuelven a sus casas.
Son las 19:30 horas y creo que sigo entre estaciones
que muero con el invierno blanco
hasta que la primavera me vomite
y vuelva a renacer, a sentir.
Son las 20 horas y extraño mi casa
la pared izquierda de mi cuarto
donde hay manchas de colores
que hice cuando era niño.
Son las 20:30 horas y el urbano paisaje destierra
todos mis sentidos, ruidos,
gritos, sirenas, todo
parece un motón de nada
en la nada, urbano y vacío
así me siento.