Tus lágrimas, dolor transparente, rodaron por tus mejillas
cayeron en el suelo del jardín
transformándose en un árbol
el más bello que yo vi.
Deja tu penar, dulce ser
nada puede tu sufrimiento justificar
¿o acaso no sabes alma de cristal
que tan sólo un gesto tuyo
hace al mundo palpitar?
Si tan siquiera hubiera otra persona
con la que poderte comparar
daría mi vida en prenda
y te juro que es verdad
que tu dulzura ni ahora ni nunca
ningún ser humano podrá alcanzar.
Sed comprensivos, es la primera vez que escribo un poema.
Gracias